domingo, 26 de mayo de 2013

A vista de...geólog@


Entrega 3. CALIZA CON RUDISTAS

Hoy nos acercamos a la paleontología desde un lugar muy conocido y familiar como puede ser nuestro pueblo o ciudad. Salir de compras o dar una vuelta puede resultar de lo más interesante al observar las rocas utilizadas en la ornamentación de los distintos edificios que conforman la urbe. Gracias al corte y pulido que presentan, podemos extraer cantidad de información de ellas, desde los minerales que las integran hasta en algunos casos estructuras, texturas y fósiles que nos hablarán de su edad y del ambiente donde se formaron.

Las rocas sedimentarias y dentro de ellas las calizas –como rocas ornamentales– son las que mejor nos brindan la oportunidad de ver fósiles, especialmente restos de invertebrados. Seguro que en más de una ocasión a lo largo de tu andadura por las calles has visto unas calizas de color rojizo con “muchas cosas blanquecinas en su interior”. Pues bien, se trata de organismos invertebrados; fragmentos de gasterópodos, corales u ostras, destacando por su morfología y abundancia restos de unos bivalvos coloniales conocidos como rudistas. Estos poseen dos valvas, una fija más o menos cónica y cilíndrica y una valva menor que era libre. Los rudistas ocuparon desde el Jurásico Superior hasta el final del Cretácico (momento en el que se extinguieron) ambientes marinos entre tropicales y subtropicales. En la roca observarás diferentes secciones y con toda probabilidad estarás ante una caliza de Ereño (Bizkaia), del Cretácico Inferior, con unos 115 millones de años de antiguedad.



¿La reconoces en alguna fachada?


No hay comentarios:

Publicar un comentario